Pasadas las elecciones extraordinarias, donde se votó por la mitad de jueces y magistrados que integrarán al Poder Judicial de la Federación (PJF), así como por la totalidad de los magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), se puede apreciar que la legitimidad que se pretendía dar a los juzgadores a través de la votación y aprobación de la mayoría de la población con derecho a voto (100 millones 537 mil 828 personas), no se logró, pues se dice que sólo participó el 12% de la ciudadanía (de los cuales el 10.8% anuló su voto).