Gestionar estos recursos no exige necesariamente grandes inversiones, sino disciplina para mantenerlos y hacer que generen beneficios para la empresa. Aunque no se distingan a simple vista, los activos intangibles son recursos indispensables en cualquier organización, ya que, si se gestionan correctamente, pueden convertirse en una herramienta clave para su fortalecimiento. A pesar de que no son elementos físicos —como ocurre con los activos tangibles— su naturaleza inmaterial es precisamente lo que les otorga su mayor valor.
Pero, ¿cómo algo que no puede verse ni tocarse contribuye al crecimiento y consolidación de una empresa? Entendamos primero qué son los activos intangibles.